El Departamento de Seguridad Nacional señaló que interpondría un recurso para impugnar algunos aspectos del fallo emitido en noviembre.
El gobierno de Estados Unidos anunció el miércoles que apelará un fallo judicial que levantaría las restricciones al asilo que se han convertido en una pieza fundamental de la vigilancia fronteriza en los últimos años.
Pero no había indicios de que la apelación fuera a echar por tierra la fecha límite del 21 de diciembre que un juez federal impuso para que se pusieran fin a las restricciones utilizadas para expulsar a los solicitantes de asilo.
Las restricciones entraron en vigor en marzo de 2020 con el argumento de prevenir la propagación del COVID-19, negando así a los migrantes el derecho a solicitar asilo consagrado en las leyes estadounidenses e internacionales.
El Departamento de Seguridad Nacional señaló que interpondría un recurso ante el Tribunal Federal de Apelaciones del Distrito de Columbia para impugnar algunos aspectos del fallo emitido en noviembre por el juez federal de distrito Emmet Sullivan que ordenó al gobierno del presidente Joe Biden retirar las restricciones al asilo.
Funcionarios del gobierno de Biden afirman que el Departamento de Seguridad Nacional continúa preparándose para levantar las restricciones el 21 de diciembre como dispuso Sullivan.
Tales restricciones fueron implementadas por el gobierno del expresidente Donald Trump al inicio de la pandemia de COVID-19. La práctica fue autorizada por el Título 42 de una ley más amplia de 1944 que cubre la salud pública y que ha sido utilizada para realizar más de 2,4 millones de expulsiones de migrantes.
Sullivan ha señalado que la expulsión de migrantes bajo el Título 42 es “arbitraria y caprichosa”.
Y los grupos defensores de derechos de migrantes han alegado que el uso del Título 42 perjudica injustamente a la gente que huye de la persecución y que la pandemia fue un pretexto utilizado por el gobierno de Trump para reducir la inmigración.
Una coalición de estados de tendencia conservadora quiere mantener en vigor la norma de salud pública que permite que muchos solicitantes de asilo sean enviados de vuelta en la frontera sur de Estados Unidos.
Las restricciones se han aplicado de forma desigual por nacionalidades, recayendo en gran medida sobre los migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador —así como sobre los mexicanos— porque México los admite cuando son expulsados por Estados Unidos. El mes pasado, México empezó a aceptar también a los venezolanos que son expulsados de Estados Unidos en virtud del Título 42, causando una fuerte disminución en la llegada de venezolanos a la frontera sur estadounidense.
Las restricciones al asilo han sido utilizadas por el gobierno de Biden para expulsar a familias de migrantes y adultos que viajan solos, aunque no en los casos de niños que llegaron sin compañía de un adulto.